¿Sufres de acné antes de la regla? Conoce cómo evitarlo

Si alguna vez te has preguntado por qué el acné aparece justo antes de tu período, has llegado al lugar adecuado.

Este fenómeno, conocido como acné menstrual o acné premenstrual, puede ser frustrante, pero hay formas efectivas de abordarlo. 

En este artículo, te explicaré cómo combatir el acné premenstrual de manera efectiva. Al comprender cómo abordarlo, podrás recuperar la confianza en tu piel y sentirte segura en cualquier etapa de tu ciclo menstrual.

¿Qué es el acné premenstrual?

El acné premenstrual se refiere a esos molestos brotes de acné que suelen aparecer unos días antes de que inicie tu período menstrual. Es como si tu piel decidiera jugar una mala pasada en el peor momento posible. Pero, ¿por qué ocurre esto?

La influencia de las hormonas

La respuesta radica en las fluctuaciones hormonales que experimenta tu cuerpo durante tu ciclo menstrual. 

La segunda mitad de tu ciclo, conocida como la fase lútea, es cuando los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona aumentan. Estas hormonas estimulan las glándulas sebáceas de tu piel, lo que lleva a una mayor producción de sebo.

El papel del sebo en el acné

El sebo es un aceite natural que tu piel produce para mantenerse hidratada y protegida. Sin embargo, cuando se produce en exceso y se combina con las células muertas de la piel y otros desechos, puede obstruir los poros. 

Estos poros obstruidos son el caldo de cultivo perfecto para las bacterias y, como resultado, pueden provocar la aparición de espinillas, puntos negros y brotes inflamados.

 

¿Cuántos días antes de la regla aparece el acné?

El acné premenstrual tiende a manifestarse entre una y dos semanas antes del inicio de tu menstruación. 

Esto significa que, justo cuando pensabas que tu piel estaba bajo control, pueden aparecer esos molestos brotes. Pero no te preocupes, estoy aquí para ayudarte a lidiar con ellos.

¿Cómo cuidar la piel del rostro durante el ciclo menstrual?

Cuidar la piel del rostro durante el ciclo menstrual es fundamental para mantenerla equilibrada y minimizar la aparición del acné. 

Aquí te presento una guía que te ayudará a sobrellevar los altibajos hormonales y evitar brotes inoportunos.

Limpieza suave y constante

Uno de los pasos más importantes para mantener la piel equilibrada es la limpieza. 

Durante todo tu ciclo, es esencial lavar tu rostro dos veces al día con un limpiador suave y sin fragancias. Esto eliminará el exceso de grasa, las impurezas y el maquillaje, evitando la obstrucción de los poros.

Hidratación adecuada

A menudo, las personas creen que si tienen piel grasa, no necesitan hidratarla. ¡Error! Incluso las pieles grasas necesitan hidratación. 

Opta por un hidratante ligero y no comedogénico que mantenga el equilibrio de la humedad en tu piel sin obstruir los poros.

Evita tocarte la cara

Es tentador tocar o apretar las espinillas, pero resistir ese impulso es crucial. Tus manos pueden transferir bacterias y aceite a tu rostro, empeorando los brotes y causando inflamación. 

Productos específicos para el acné

Si eres propensa al acné menstrual, considera el uso de productos para el cuidado de la piel que contengan ingredientes con propiedades seborreguladoras y antiinflamatorias, como la niacinamida.

Este componente es conocido por combatir el acné y puede ser efectivo cuando se aplica directamente sobre las áreas problemáticas. En este punto, te recomiendo probar el Serum de Niacinamida al 10% de Quotidien, apto para todo tipo de pieles. 

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Protección solar constante

La protección solar es crucial durante todo el año, incluso durante tu período. Los rayos UV pueden empeorar la inflamación y las manchas de acné. 

Asegúrate de aplicar un protector solar de amplio espectro con un SPF adecuado todas las mañanas.

Maquillaje sin comedogénicos

Si usas maquillaje, opta por productos etiquetados como "no comedogénicos". Estos productos están formulados para no obstruir los poros y son ideales para quienes luchan contra el acné menstrual.

¿Cómo combatir el acné en la menstruación?

Si ya tienes acné antes o durante la menstruación, existen estrategias efectivas para combatirlo:

Productos tópicos: Usa productos específicos para el acné que contengan ingredientes como ácido salicílico o peróxido de benzoilo. Aplica estos productos solo en las áreas afectadas.

Consulta a un dermatólogo: Si el acné es persistente o severo, considera consultar a un dermatólogo que pueda recomendarte tratamientos personalizados, como cremas o antibióticos tópicos.

Estilo de vida saludable: Mantén un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, y una buena higiene del sueño, ya que esto puede ayudar a mantener el equilibrio hormonal.

Evita el estrés: El estrés puede agravar el acné, por lo que es importante encontrar formas de reducirlo. Practica técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, y asegúrate de tomar tiempo para ti misma.

No te excedas con los productos: Usar demasiados productos para el acné a la vez puede irritar tu piel y empeorar los problemas. Mantén tu rutina de cuidado de la piel simple y sigue las instrucciones del producto.

Mantén una actitud positiva: Por último, pero no menos importante, mantén una actitud positiva hacia tu piel y tu cuerpo. El acné menstrual es algo completamente natural y temporal. Tu belleza va más allá de tu piel y, con el cuidado adecuado, puedes mantenerla radiante durante todo tu ciclo menstrual.

Recuerda, el acné menstrual es temporal

Es importante recordar que el acné menstrual es una respuesta natural a las fluctuaciones hormonales en tu cuerpo. 

No es un reflejo de tu cuidado personal ni de tu belleza. Aceptar que es parte del proceso puede ayudarte a mantener una perspectiva positiva.

El cuidado constante es esencial

Mantener una rutina de cuidado facial constante es crucial para prevenir y combatir el acné menstrual. 

La limpieza suave, la hidratación adecuada y el uso de productos específicos para el acné son prácticas esenciales.

La paciencia y la consistencia son clave

Si el acné aparece, no te desanimes. Los resultados pueden llevar tiempo, y a veces, los brotes pueden empeorar antes de mejorar.

La consistencia en tu rutina de cuidado y la paciencia son clave para ver mejoras.